A sus 23 años Jorge Iván, como muchos jóvenes de Cali, ha trabajado en todo. En su familia aprendió que cada uno debe “rebuscarse lo suyo”, por eso él ha trabajado desde muy jóven como ayudante de ebanistería, haciendo cocinas, avisos, enchapes, mampostería, divisiones, instalaciones y pintura, entre otros.

Hace 8 meses que llegó al taller de Ebanistería de las Aguas para aprender más profundamente este oficio en el que ya había trabajado. Lo que más le gusta a Jorge Iván es que el taller de ebanistería le brinda una oportunidad de tener la herramienta, maquinaria y los espacios para hacer las cosas que le interesan.

Con el conocimiento que ha recibido, Jorge Iván ha podido realizar trabajos propios que le permiten seguir estudiando. Ha realizado, camarotes, estantes y artesanías, y con este dinero él se paga sus gastos y el transporte.

A éste joven lo llaman el poeta, porque además de la ebanistería, lo primero que empezó a hacer en su vida fue música. Yo he participado con mi música en diferentes eventos de la ciudad, pero la música que yo hago es música con mensaje, dice Jorge Iván y nos regala un poquito de lo que hace:

“el tiempo ha sido alivio, mi delirio, en lo que yo me exilio. En él colgué el recuerdo como estrellas, en el sembré mi rima. Pude ver que se hizo un árbol, me recuerda que aquí sigo y que estoy quedando calvo…”

Por: Natalia Dulcey

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