Por: Diana Victoria1

Cuando llegas a un país que no conoces tu vida se va llenando de nuevas experiencias, esto me ha pasado en muchas ocasiones desde hace 6 meses que llegue a Alemania y quiero contar una muy bonita e única que viví en el mes de febrero.

Cuando empezó el invierno  fue muy difícil porque estaba acostumbrada a vivir en un clima muy caliente, pero por otra parte quería conocer la nieve, en Frankfurt el primer día que cayó nieve me emocione tanto, pero era tan poca que no podía hacer ni siquiera un muñeco de nieve y cada vez me sentía más desilusionada porque quería tener ese sentimiento o conocerlo.

En el mes de febrero un ex voluntario Weltwärts (Stefan Hollatz) me invito a München la ciudad donde él estudia y por el fin de semana estuvimos en la casa de sus padres en los Alpes, fue fantástico ver el paisaje y las montañas llenas de nieve, es algo fuera de lo común de lo que yo conocía, además porque siempre pensé que la nieve caía solo en diciembre, creo que porque en esa época en Colombia llegan las películas de navidad.

El primer día del fin de semana subimos una montaña pero lastimosamente no llegamos a la cima porque había tanta nieve que me llegaba a la cintura y por otra parte mi estado físico no me lo permitía, fue tan divertido que un camino de 3 horas o un poco más lo pude bajar en 20 minutos deslizandome en un trineo,  al otro día fuimos a hacer ski, Stefan me enseño primero en la pista de niños, luego fui a una pequeña montaña que hasta los niños de 2 años bajaban con mucha facilidad y cuando ya tenia un poco  más de  confianza me llevaron a una montaña mucho más alta donde baje casi gateando porque no fui capaz de bajar con tanta velocidad.

Me cai muchas veces intentando hacerlo bien y tuve el dolor en todo mi cuerpo por una semana pero es una experiencia que volvería a repetir sin dudarlo.

Ese fue un gran momento, haber podido tener ese sentimiento de tocar la nieve, jugar, tirarme y explorar esa sensación que nunca había sentido, fue maravillosa.

1 Diana Victoria, miembro del equipo de la Fundación Escuela para la Vida, está en Alemania hace Octubre 2014. Junto con Lisa Marín Rojas, tambien miembro del equipo de la fundación, las dos son las primeras volontarias del programa weltwärts-revers. Este programa del estado aleman invita a volontarios de Colombia para hacer un año de trabajo social y aumentar sus cualificaciones. Diana y Lisa ambos trabajan en la oficina de Schule fürs Leben, el pareja de la Fundación Escuela para la Vida en Alemania. Lisa en el sector de contabilidad y Diana en el sector Fundraising.