11218153_10153590337093524_2075536984331887320_nDarnelly Vera García se despide hoy de la Fundación Escuela para la Vida y de Colombia, porque ahora continuará sus estudios en el país de los enamorados, el baguette, el queso y el vino, en Francia.

Desde hace más de dos años, ella nos acompañó como Coordinadora de Comunicaciones de la Fundación, caracterizándose por su compromiso, responsabilidad y su entusiasmo para sacar adelante este proyecto que tomó como suyo.

Estas son las palabras de despedida que ella nos ha compartido y queremos que todos puedan ver en ellas la gran persona que es y las enseñanzas que nos dejó:

 

De: Darnelly Vera García

Para: Fundación Escuela para la vida.

¡Me enamoré! Fue la frase que escuché de todos, dijeron que su belleza los
sorprendió y captó su atención desde el primer momento, me sentí frente a
una epidemia de amor a primera vista. Situación extraña, enamoraba por igual
a hombres y mujeres. Dijeron que lo concibió un hombre, un indígena alemán,
me contaron después, junto a una mujer de blanca cabellera y paciencia
infinita.

No sabía que me iba a pasar lo mismo, que al ver su color dorado, fortaleza
y flexibilidad, también me iba a enamorar, pero así pasó desde la primera
vez que llegue al Colegio de las Aguas en Montebello.
Yo también me enamoré.

Más o menos así fue como inicié a trabajar en la Escuela para la Vida, casi
3 años de aprendizaje junto a ustedes, conocerlos y entender las dinámicas
de cada uno desde sus cargos, sus proyectos y sus tareas, pero sobre todo
los sueños, porque ese fue mi principal aprendizaje, saber que en equipo
podemos hacer miles de sueños realidad.

No cuento todas las anécdotas porque quizá con ellas podría escribir un
libro, solo escribo estas líneas para decir gracias a todos por el tiempo
compartido, las sonrisas, los abrazos, los buenos deseos, cosas lindas me
quedan de cada uno de ustedes. Ahora sigo otro camino, no alejado, es un
camino que yo considero una extensión de este porque fue con Escuela para la
Vida que tuve mi inspiración para continuar y ampliar mi espectro a futuro.

Simona, da a todos los profesores un abrazo de mi parte, mi mayor admiración
para ellos por hacer cada día su trabajo con amor y entusiasmo.

Ahora queda junto a ustedes una gran persona, Luis Loaiza, ya lo conocen y
han tenido la oportunidad de compartir con él, estoy segura y espero que
este sea también un camino lleno de satisfacciones para él. Me despido pero
no es para siempre, porque a pesar de la distancia podrán ver en mí una voz
de amistad y una mano de apoyo.

Un abrazo para todos y espero que sigamos construyendo juntos un mundo más
feliz, eso es Escuela para la Vida.

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